El Camino Viejo de Algarrobo
En la rotonda de Francisco Aguilar, al lado del complejo deportivo dedicado al futbolista Fernando Hierro, parte hacia el sudeste la tercera etapa del GR-249. El camino enseguida se interna entre olivares semi abandonados en una suave ladera, adecuado como pista de zahorra anexa al asfalto y separado de este por una baranda de rollizos de madera. Hay algunas estaciones con aparatos adaptados a actividades físicas ligeras pero lo primero que llama la atención es un vetusto edificio en ruinas al lado contrario de la carreterilla, con arcadas de piedra, zócalos de mampostería y muros de tapial. Hacia el este, se ven las imponentes moles pétreas de Sierra Tejeda, con sus abigarrados tonos grises y la sobresaliente Maroma como pico más alto de Málaga.
Dejando a la izquierda el Camino a la Loma de Bentomiz y su fortaleza, se llega pronto al cauce del Arroyo Seco (km 1.7). Se camina hacia el sur por el cauce -normalmente seco- hasta que hay que cruzar a la orilla oriental y realizar un giro de 90 grados pasando por la finca “Los Bambúes” dedicada a la floricultura. Ahora se empieza a ascender en busca de un paso subterráneo de la A-7 E-15 para pasar por las cercanías de la urbanización de un campo de golf con sus viales asfaltados. Comienzan de nuevo los bancales de frutales en el Cerro Era con sus respectivas albercas y cuando termina el carril asfaltado, el Camino Viejo de Algarrobo sigue al frente pero el GR tuerce a la derecha, directamente hacia el sur. El antiguo pozo descrito antes, que queda a la derecha y todavía almacena suficiente agua, anuncia la llegada al caserío de la Caleta de Vélez por la zona de la Montosa. Se cruza la Nacional 340 por donde está la Fuente El Pilar y se llega a la playa dejando a poniente el Puerto.
Por el litoral de Vélez-Málaga, Algarrobo y Torrox
Ahora se realiza un nuevo quiebro para tomar dirección sudeste por el Paseo Marítimo de la Caleta de Vélez pero muy pronto, en el kilómetro 5.7, se entra en Algarrobo Costa. El sendero coincide por aquí con un acerado separado de la arena por un murete y de la línea de casas por un vial asfaltado de sentido único. En contra de los que cabría esperar, los comercios tradicionales de barrio se dan la mano aquí con casas familiares de dos plantas perpetuando así un modelo que ya casi ha desaparecido en la costa malagueña.
En la urbanización que queda a la izquierda antes de cruzar el Río Algarrobo o Sayalonga es conveniente darse un paseo para buscar la Torre Ladeada, del Mar o del Portichuelo (siglo XVI), una atalaya que quedó inutilizada en tiempos históricos por la escasa cimentación y los embates del mar y del viento. Al otro lado de la nacional en sentido norte se encuentra su sustituta, la espectacular Torre Nueva o Derecha (siglo XVIII), que como aportación novedosa tiene una escalera septentrional que lleva directamente hasta la puerta ventana y se adosó con posterioridad. Es de las pocas que se pueden visitar girando la solicitud al Ayuntamiento de Algarrobo. El ancho cauce del Río Algarrobo, escenario de tanta historia pasada, es salvado por un delicado puente peatonal con rampas y escaleras de acceso. A ambos lados del río pero separados del mismo, estaban las construcciones fenicias.
Entre altos edificios después de unos jardines y zonas deportivas, exactamente en el kilómetro 7, hay que estar atentos para localizar la alargada nave de la Ermita de Nuestra Señora de Fátima, de la barriada más occidental de Algarrobo conocida como Mezquitilla. En este lugar es de destacar el resguardado varadero de barcas de pesca con los tornos metálicos en la misma playa y las redes tendidas al sol.
Se entra de nuevo en término municipal de Vélez-Málaga, en el núcleo de población de Lagos, cuando se estrecha muchísimo la franja costera, con algunas intentonas de frenar el envite de las olas mediante escolleras. La andancia posterior al lado de la N-340, una vez que se ha pasado el Arroyo de Mamelucos, se realiza por un arcén ensanchado que pasa por la Punta de las Ballenas o Morro de Mezquitilla. Las vistas de Mezquitilla y Lagos, hacia donde se camina, son amplias al situarse el sendero sobre unos acantilados pizarrosos donde se localizan amapolas y margaritas marinas junto a algunos arbustos espinosos. Se pasa así por los descritos enclaves arqueológicos del Morro de Mezquitilla y Chorreras, antes de llegar a la población de Lagos.
Una majestuosa hilera de altas araucarias dan aquí la bienvenida al visitante. En Lagos hay que destacar sus casas marineras tradicionales a escasos metros de la playa, la desembocadura de su río y la Torre de Lagos, situada en lo alto del escarpe al otro lado de la carretera a casi 50 metros de altitud. Esta atalaya del siglo XVI presenta una rotura en su flanco sur pero conserva parte del enlucido con decoraciones lineales.
Después de un nuevo tramo de sendero entre el acantilado costero y la carretera se llega a la Playa de Cachín, por cuyas arenas y cantos rodados se anda hasta llegar al Río Güi (km 11.1), que marca el final del término de Vélez Málaga y el inicio del de Torrox en el núcleo poblacional de El Morche, con la blanca Torre de Güi o Huit situada sobre un promontorio rocoso a 40 metros de altura. Es similar en su factura a la anterior y tampoco es demasiado fácil acceder a ella. La playa en esta parte está muy constreñida por construcciones y equipamientos de diversa función, tanto públicos como privados.
Después de pasar al lado de unas casas tradicionales a pie de playa se llega al paseo marítimo de El Morche, en el que se abandona la arena. Antes de cruzar el Arroyo Manzano se localizan a la derecha dos tornos reconstruidos y señalizados de los utilizados durante el siglo XX para sacar las redes del mar en sustitución de las yuntas de bueyes. Tras pasar por un maltratado sistema dunar que a duras penas persiste, se llega a la principal zona urbanizada de Torrox, la larguísima Playa Ferrara, que lleva al sendero hasta el Faro de Torrox en la Punta del mismo nombre (km 15.5) por un paseo marítimo enlosado. Las Dunas de la Carraca son importantes porque son el último bastión dunar de Málaga hacia levante. Por su vegetación adaptada y las especies de fauna que la utilizan merecería un tratamiento singular.
El río Torrox
Cobijado por la estructura del Balcón Mirador del Faro, que se asemeja a la proa de un barco, el yacimiento romano es fácilmente identificable y está a escasos metros del Faro de Torrox, un edificio construido en 1864 con 26 metros de altura que domina la punta rocosa que más avanza hacia el interior del Mediterráneo. Hay un centro de interpretación en el recinto del faro sobre el asentamiento a la ciudad de Caviclum y otras construcciones anexas: el taller cerámico, la necrópolis, las termas y la fábrica de salazones y garum.
A los pies del faro circula el Río Torrox, con el Peñoncillo en la otra orilla, pero este cauce no se cruza si no que haciendo un quiebro hacia el norte se asciende por su orilla occidental por una alameda de varios árboles autóctonos. Tras este nuevo cambio de dirección en el valle muy abierto comienzan a verse los cultivos en terrazas flanqueando la Gran Senda de Málaga, debiendo cruzar dos veces el río, que suele llevar agua. Normalmente son los cañaverales los que se enseñorean de las riberas, pero son muy frecuentes también los berros y las algas filamentosas. Antes de vadear el cauce por segunda vez, en el pago Albuitre, se encuentra la estación depuradora de aguas residuales.
El paso por debajo de la Nacional 340 puede ser obviado en caso de crecida, pero por debajo de la Autovía el tránsito es más fácil. Este puente es frecuentado por escaladores que han improvisado aquí un rocódromo. La última subida es bastante empinada, pero además de por dosificar el esfuerzo se debe caminar despacio para no perderse los largos muros del Convento de Nuestra Señora de las Nieves, sobre un talud de esquistos a la izquierda, ni los que hacen posible el cultivo de los cítricos, nísperos y subtropicales. Estas albarradas de piedra seca con grandes desaguaderos son la seña de identidad de la llegada del sendero a Torrox, que se produce en la parte sur del pueblo, dando por finalizada la etapa en la zona abalconada de la Calle Almedina.