Este es un itinerario bastante fácil en cuanto a la orientación, pero de perfil ascendente muy continuado y algo duro. El porcentaje de uso de la BTT es del 100%.
Para iniciarlo saldremos de Nerja por la carretera nacional que se dirige a Málaga y pronto veremos a la derecha la desviación hacia el pueblo de Frigiliana, lugar al que nos encaminamos, en consecuencia deberemos tomar esta desviación.
La carretera que hemos indicado es bastante estrecha y está dentro de la ruta del Sol y del Vino.
Seguiremos subiendo por la carreterita, hasta que vemos Frigiliana, enredada en la montaña, refrescada por el río Higuerón, con carácter típicamente andaluz.
Desde aquí saldremos buscando la carretera que va a Cómpeta y veremos primero un cruce que se dirige a Torrox, que tomamos, antiguo carril, hoy asfaltado. Por esta carretera veremos un carril a la izquierda que se dirige a un restaurante y a una zona de chalets. Seguiremos disfrutando una vista alta de las sierras de los alrededores, cerros y montes, de lejos Frigiliana y más lejos Nerja y el mar. Sin ninguna complicación, aunque no sin esfuerzo, llegaremos al pueblo de Torrox por arriba, disfrutándolo bajo nosotros, así como la playa en el fondo.
Tras pasar un puente, llegamos al mismo pueblo de Torrox, tras 13 kms. de carretera de sierra, e inmediatamente salen dos carreteras, una hacia arriba y la otra hacia abajo. Nosotros tomamos la primera, que circula con una linde de eucaliptos, justo por encima del pueblo de Torrox, y a poca distancia vemos una desviación que indica ” a Cómpeta 13 kms., por donde tomamos nosotros.
Esta carretera es muy sinuosa también y nos ofrece muchas vistas de cortijos de lo que comienza a ser la comarca de la Axarquía. Así pasaremos por una venta, y un km. más adelante veremos el pueblo de Cómpeta, en las faldas de la sierra de Tejeda, cornisa de la Costa del Sol. De él destaca su iglesia sobre la montaña, y sus casas encajadas, muestra muy significativa de la fisonomía andaluza.
Aprovechando nuestra ruta podemos ver Nerja, pueblo alojado en las últimas estribaciones de la sierra de Almijara, que todavía guarda sabor autóctono, a pesar de las oleadas de turismo. Sus playas, más de 16 kms, son bastante bonitas. En su núcleo urbano destacaremos la iglesia del Salvador, de los siglos XVII y XVIII, la ermita de las Angustias, con frescos del maestro Alonso Cano. También se conservan tramos de la calzada romana, y hay que asomarse al mirador “el balcón de Europa” sobre el Mediterráneo. Sin embargo, el mayor atractivo del lugar lo constituyen las cuevas de Nerja, de formación calcárea, descubiertas en 1959, y donde pueden verse pinturas rupestres prehistóricas. Esta cueva, monumento nacional, es visitable, y se puede acceder a ella por un desvío señalizado, en la carretera Nerja-Maro, tras 3 kms.
Otro pueblo que podemos visitar es Frigiliana. Cabe destacar en él una fábrica de miel del s. XVI, y un comercio relacionado con el tejido, en pleno esplendor, jarapas, mantas, colchas de cama. En su accidentado término municipal, podemos encontrar restos prehistóricos, con yacimientos paleolîticos y mesolîticos, así como monumentos megalíticos argarienses. Además, destaca la necrópolis paleopúnica del s. VII antes de Cristo, así como los vestigios romanos y árabes. Del s. XVI es la casa de los Condes y del XVII el templo parroquial, ambos de estilo renacentista. Pero sobre todo impresiona su perfil urbano, a caso el más original de toda la comarca.