Almáchar
Pueblo de la Ruta de la Pasa, una de las 5 Rutas de la Axarquía
Almáchar es un pueblo blanco de la comarca de la Axarquía asentado sobre un cerro que es bordeado por dos ríos, el río de El Borge y Almáchar. Sus serpenteantes calles, que se adaptan a los desniveles del terreno, evocan el pasado andalusí de la villa. Se extiende en un paisaje rodeado de viñedos y paseros, donde se obtienen las pasas reconocidas por el Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM).
En el paisaje de estos montes se destacan las casas de labor con los típicos paseros donde se solean las uvas para convertirse en pasas.
Conocida por sus pasas de gran calidad, Almáchar es además la cuna del ajoblanco, uno de los símbolos de la gastronomía de la comarca. En homenaje a esta sopa fría se celebra cada mes de septiembre la tradicional Fiesta del Ajoblanco. Se trata de un caldo frío, de origen árabe elaborado a base de almendras y ajo, acompañados de uva moscatel, es repartido durante la jornada, acompañado de otros productos de la zona como el vino y las pasas. Esta fiesta está declarada de Interés Turístico Nacional de Andalucía. Existen empresas turísticas que realizan rutas para conocer este producto tan preciado como es la uva pasa y los subtropicales, como Rutaxar.
La fiesta tiene una gran relevancia para la localidad, que, ese día, convierte sus calles en auténticos museos al aire libre con exposiciones de antiguos aperos de labranza, ajuares y cerámicas. Además, con la caída de la noche, se celebra una verbena popular y una noche flamenca.
Como la mayoría de los pueblos, su formación es de origen árabe, conservando la típica estructura urbana de calles empinadas, sinuosas y estrechas de casas blancas. En el centro de Almáchar se alza el edificio más singular del municipio, la Iglesia de San Mateo, edificada en el siglo XVI. Mezcla los estilos góticos tardío y renacentista, aunque su torre es de corte mudéjar.
Pasillos y escalinatas fluyen entre las sinuosas callejuelas, delimitadas por blancas fachadas decoradas con flores. La calle de los Mártires, que bordea la Iglesia de San Mateo, es uno de sus lugares más pintorescos de la villa.
De especial interés son los jardines de El Forfe, sobre todo por las vistas panorámicas que nos regala. Desde su emplazamiento se divisa el entorno del río Almáchar y la entrada de la Cueva del Moro. Esta gruta guarda un tesoro escondido por los moriscos, según relata una conocida leyenda.
En la plaza del Santo Cristo se localiza el Museo de la Pasa, que invita a conocer el proceso de elaboración de uno de los productos más típicos de Almáchar. En él se puede admirar una extensa representación de aperos y utensilios, así como escenas relacionadas con las labores de recolección de la pasa. Además cuenta con paneles informativos y una colección de antiguos utensilios y aperos.