En el extremo meridional de la plaza de la Constitución, el Consistorio acordó en 1765 levantar el edificio del Pósito, un almacên municipal destinado a los granos, principalmente al trigo, y que servîa para abastecer la ciudad y prestar semillas a los labradores en condiciones módicas cuando amenazaba la escasez y el hambre.
En 1581 se normalizó el funcionamiento legal de estos edificios y en 1751 se creó un organismo gubernamental para regular y controlar su funcionamiento.
En el caso del Pósito de Vêlez-Málaga, la edificación tiene un desarrollo de planta rectangular con dos niveles. El primero se expresa a modo de “lonja” con ritmo sucesivo de columnas, coronadas con arcos de medio punto, donde descargan las bóvedas que conforman el forjado.
La planta alta continuaba con una estructura de arcos y grandes columnas y se utilizaba como granero, fundamentalmente de trigo. La fachada, de inspiración barroca, es dividida en tramos con semicolumnas adosadas, con balcón central flanqueado por dos medallones.
Pasado el tiempo, y desaparecida la función original, en el año 1899 fue vendido a una sociedad para convertirse en locales comerciales y viviendas. En los inicios del presente siglo el edificio fue adquirido por el Ayuntamiento para convertirlo en un equipamiento cultural.