El lugar es una adecuación recreativa, sombreada por magníficos nogales y a la que las cristalinas aguas del río Turvilla prestan un gran encanto. Las aguas bajan con intensidad durante casi todo el año, formando una bella estampa entre rocas que han sido erosionadas y pequeñas cascadas que componen su propia banda sonora. En sus inmediaciones se hayan la Cueva de las Piletas y la Cueva del Quejigo.
En la Fábrica de la luz, podemos disfrutar de diferentes servicios: una zona para barbacoas, un albergue que gestiona la Junta de Andalucía, zona para acampada, mesas para comer, servicios o simplemente pasar un agradable día de campo. En la parte de abajo, rodeada por el río Turvilla, podemos encontrar otra zona para acampada, entre rocas y adelfas.
En este entorno, se puede disfrutar de la paz y el sosiego que la naturaleza nos suele ofrecer. Merece la pena recorrer ambas orillas y deleitarse con los caprichos de estos arroyos, a la sombra de la abundante arboleda de la zona.