El paraje natural que rodea este pueblo de la Axarquía es accidentado, con dos arroyos que bañan el muncipio, el de Macharaviaya y el de Fuente Horno. Se distinguen plantaciones de vides, base de la actividad agrícola del municipio, alternando con el arbusto mediterráneo.

Le llamará la atención la distribución de sus calles propia de un asentamiento árabe y la pavimentación adoquinada. A ambos lados de los pasajes se levantan casas de dos pisos como máximo, de mampostería y ladrillo, con abundante uso de pizarra y cal. Esta imagen tan llena de encanto ha enamorado a artistas, gentes amantes de lo romántico y artesanos que han convertido estas construcciones en sus moradas. Aquí también nació, a mediados del siglo XIX, en la pedanía de Benaque, el famoso poeta y escritor modernista Salvador Rueda